En la Fiesta de la Patrona de Brasil, Nuestra Señora Aparecida, feligreses de la Diócesis de Río Grande peregrinaron desde la Parroquia Santa Victoria hasta el Chuí (en Brasil) por décimo segundo año consecutivo. En esta oportunidad también celebraron la 1ra. Fiesta de los Conductores.
Familias enteras caminaron bajo la lluvia fuerte, llevando imágenes de Aparecida en los brazos. Conductores de auto acompañaron a los caminantes con mucha fe y devoción.
En el Chuí, hubo bendición de los vehículos y luego se celebró la Santa Misa presidida por el Obispo de la diócesis de Río Grande, Mons. Ricardo Hoepers, y concelebrada por el Obispo de Maldonado, Mons. Milton Luis Tróccoli Cebedio, en la Escuela Mariscal Soares de Andrea.
Concelebraron los padres Loir de Oliveira (Santa Victoria), Sadi Cordeiro (Chuí), Mário (Rio Grande) y Tonino (Chuy).
En su homilía, Mons. Hoepers pidió que los feligreses que no tengan miedo de pedir las gracias que necesitan a la Virgen Aparecida, enfatizando que quien está cerca de la Madre María también está con el Hijo Jesús. Bendecidos por la lluvia que cayó del cielo durante la peregrinación, los peregrinos de Brasil y de Uruguay consagraron sus vidas y sus familias a la Madre Aparecida. Al finalizar su homilía, el Obispo brasileño invitó a Mons. Tróccoli a dirigir unas palabras a los peregrinos, cosa que hizo en «portunhol».
Al final de la Misa, Mons. Ricardo bendijo a los niños y a los demás fieles.
La confraternización del almuerzo ocurrió en el CTG Querência, donde se sirvió un tradicional «carretero, con frijoles”.
Información de http://www.diocesedoriogrande.com.br/noticia/2309/demonstracoesdefesuperamchuvaefrionaromariadeaparecidanochui
