El Obispo de Salto, Mons. Fernando Gil, elaboró su primera Carta Pastoral sobre “Los cien años de la llegada del primer Obispo Monseñor Gregorio Camacho a la Diócesis de Salto”.
En su Carta Pastoral, fechada el 12 de julio, el Pastor recuerda la erección de esa jurisdicción eclesiástica, la llegada de su primer obispo a la misma, los desafíos que afrontó y destaca los cauces en los que encaminó sus acciones pastorales.
En su Carta Pastoral, Mons. Gil explicita que en 2019, en la Iglesia particular que peregrina en el litoral norte uruguayo, se quiere “tener una memoria agradecida por lo que Dios nos ha regalado en Monseñor Camacho y tantos otros, hombres y mujeres que evangelizaron nuestro territorio». “A ellos les ha tocado la tarea de `plantar´ las estructuras fundamentales de la Diócesis de Salto. A nosotros nos toca recordarlos con una memoria que agrande nuestros corazones y nos estimule al servicio”, subraya.
PEREGRINACION DIOCESANA
El Obispo asegura que “sin agradecimiento podemos ser muy eficaces, pero nos faltará la unción del Espíritu para volvernos servidores de nuestros hermanos». Como forma de darle visibilidad a ese agradecimiento y para “crecer en conciencia de diocesaneidad”, Mons. Gil invita a todas las comunidades diocesanas a peregrinar a Salto el 29 de septiembre, día de San Miguel, Patrono de la Diócesis.
“Iremos llegando con las parroquias y comunidades desde los puntos más lejanos de la Diócesis. Seremos recibidos por las parroquias de Salto en los distintos colegios de la ciudad. Si el tiempo lo permite terminaremos todos juntos con un festival y misa de acción de gracias”, propone.
El Obispo de Salto concluye su Carta Pastoral invitando a sus diocesanos a prepararse para esa fiesta y les propone trabajar en torno a unas preguntas orientadoras para reflexionar en grupos y comunidades.
MONSEÑOR CAMACHO
En la primera parte de su Carta Pastoral, Mons. Gil recuerda la llegada de Mons. Camacho a la Diócesis el 7 de diciembre de 1919, tras ser ordenado Obispo el 9 de noviembre de ese mismo año. La Diócesis había sido creada por el Papa León XIII en 1897 y, tal como lo señala Mons. Gil, “habían pasado 22 años sin que se hubiera podido nombrar el pastor para esta porción del Pueblo de Dios”.
Al referirse al primer Obispo de la Diócesis de Salto, en las primeras líneas de su Carta Pastoral el actual Obispo lo describe como “un hombre pequeño de estatura, pero de corazón grande y proyectos aún más grandes y dilatados” y más adelante escribe: “Este gran hombre y pastor, sin dejarse intimidar por lo gigantesco de la misión, comenzó por visitar el enorme territorio”.
Luego señaló los “cauces” en los que Camacho encaminó sus esfuerzos pastorales y afirma que “muchos de los cuales hoy siguen vigentes y nos siguen desafiando”.
Entre los más importantes resalta: la creación de estructuras de comunión, Ministros para su pueblo, la presencia de los laicos en el mundo: la creación y difusión de la Acción Católica, la pastoral social, evangelización intensiva, la Educación Católica y los jóvenes.
“Muchas de las acciones pastorales de Monseñor Camacho partían o quedaban reflejadas en Cartas y Exhortaciones pastorales que dirigía a la diócesis regularmente. Todavía el archivo diocesano conserva muchas de ellas en papel frágil y amarillento. Estaban destinadas a ser leídas en las misas dominicales, pegadas en las puertas de las Iglesias y templos y repartidas por el ancho territorio diocesano”, relata el Obispo y explicita la intención de publicarlas en un futuro no muy lejano. “Leyéndolas podremos beber en las fuentes de nuestra historia diocesana y proyectarnos a los nuevos desafíos que nos presenta el horizonte actual. Lo queremos hacer con el espíritu del lema del Proyecto Pastoral Diocesano: `Unidos a Jesús, buscamos lo que Él busca, amamos lo que Él ama´”, afirma.