El Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla, el Obispo de Mercedes, Mons. Carlos Collazzi y el Arzobispo emérito de Montevideo, Mons. Nicolás Cotugno, participan del Encuentro de Obispos salesianos que se desarrolla en Turín, del 21 al 25 de mayo, en el marco de los actos conmemorativos del Bicentenario de nacimiento de San Juan Bosco.
Impulsada hace un tiempo por el P. Pascual Chávez, Rector Mayor Emérito de los Salesianos, la iniciativa ha sido acogida ahora por el P.Ángel Fernández Artime, Rector Mayor y 10º sucesor de Don Bosco con motivo del jubileo de la Familia Salesiana.
El encuentro transcurre en el marco de la solemnidad de María Auxiliadora, Patrona de los salesianos, con celebraciones en las Basílicas de María Auxiliadora en Turín, y de Don Bosco, en el Colle Don Bosco, además de la Catedral de Turín, que acogerá hasta el próximo 24 de junio la ostensión extraordinaria de la Sábana Santa.
Los obispos salesianos celebrarán en la Basílica de María Auxiliadora la festividad de su Patrona, también concelebrarán una Misa en la Catedral de Turín frente al Santo Sudario.
«Compartiremos nuestro ser Salesianos en torno a nuestro Padre Don Bosco»
Según lo publica la Agencia Informativa Salesiana (ANS) entre abrazos y sonrisas, como amigos que encuentran otra vez después de mucho tiempo y que tienen mucho que compartir, los obispos salesianos comenzaron en la tarde del 21 de mayo su encuentro. En un espíritu de comunión y fraternidad, cardenales, arzobispos y obispos han escuchado con atención el mensaje de bienvenida en ellos dirigido por el X Sucesor de Don Bosco, Don Ángel Fernández Artime.
Unidos como miembros de la comunidad salesianos, los obispos y los miembros del Consejo General de la Congregación recitaron las Vísperas.
El Don Fernández Artime resumió brevemente el significado de este encuentro, y explicó que los días que siguen quieren ser «días de la luz y reflexión, y por encima de todo, días en los que vamos a compartir nuestro ser salesianos en torno a nuestro Padre Don Bosco, en este lugar donde todos hemos nacido a la vida salesiana».
Luego recordó las ediciones anteriores del Encuentro de Obispos Salesianos: el primero, en 1975, convocado por el Rector Mayor Don Ricceri para el centenario de las misiones salesianas; el de 1988, para el centenario de la muerte de Don Bosco, por iniciativa de Don Viganò; uno en el 2001, por el Jubileo, por invitación de Don Vecchi; y el último, en 2010, por el sesquicentenario de la Congregación, por iniciativa de Don Chávez.
Concluyendo, el Rector Mayor hizo hincapié en el gran sentido eclesial de este evento: en cuanto encuentro de obispos, por la naturaleza eclesial de la única misión salesiana extendida en todo el mundo, por la unidad en torno a Don Bosco.
Después de la fase de saludos y de la bienvenida, los participantes en el encuentro mantuvieron un clima fraterno en el ágape comunitario.
Más tarde, en la noche, también h hubo una oración mariana en la Basílica de María Auxiliadora, y, a partir de entonces, el pensamiento de las «buenas noches», ofrecido por el Rector Mayor Emérito, Don Chávez.
El carisma salesiano al servicio del Amor más grande
En el segundo día de encuentro, en la catedral de Turín, los cerca de 90 obispos salesianos participantes del encuentro se detuvieron antes que nada ante la Santa Síndone. Emocionados como todos los peregrinos, los ojos fijos sobre las señales de las llagas impresas sobre el lino y, en silencio, han dirigido al cielo su primera oración. Más tarde, unidos en torno a Mons. Cesare Nosiglia, arzobispo de la ciudad, concelebraron la Eucaristía.
En su homilía, Mons. Nosiglia ha dado un toque de atención sobre el valor y el significado de la Síndone, como testimonio de la pasión de Dios por la humanidad; además de señalar la relación de esta manifestación y de la ciudad de Turín con Don Bosco, cuyo ejemplo – ha dicho – es hoy muy actual porque enseña a la Iglesia y a la sociedad que hay que hacer confianza a los jóvenes.
De vuelta a Valdocco, don Pierluigi Cameroni, Postulador General para las Causas de los Santos de la Familia Salesiana, ha dirigido una meditación sobre la santidad salesiana manifestada en diversas figuras eminentes de obispos: Mons. Versiglia, Mons. Olivares, Mons. Ferrando, Mons. Ortiz Arrieta, el card. Hlond, Mons. Almeida Lustosa y Mons. Marengo.
Después de una breve pausa, dio inicio la primera de las cuatro sesiones de reflexión comunitaria previstas para estos días, animada por el Rector Mayor. Don Fernández Artime planteó su visión sobre la realidad de la Congregación: ha puesto en evidencia, en la herencia de Don Bosco, la atención a la intimidad con Dios (“debemos seguir creciendo en la interioridad, en la unión con Él”), en el espíritu de familia, (“la comunidad no es la residencia de individuos que trabajan en la pastoral, sino el lugar donde poder crear un auténtico espíritu de familia”), en la misión entre los jóvenes (“visitando por primera vez muchas inspectorías, constato una clara e indiscutible opción por los jóvenes, especialmente los más pobres”).
La mañana concluyó con una tanda de preguntas y respuestas por parte de los Obispos al Rector Mayor.