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Mons. Tróccoli tomó posesión de la nueva Diócesis de Maldonado- Punta del Este- Minas

By 20/03/2020marzo 21st, 2020No Comments

Mons. Milton Tróccoli en su Cátedra ya es el primer obispo de la nueva Diócesis de Maldonado- Punta del Este- Minas. Foto de Federico Gutiérrez

El Domingo 15 de marzo, Mons. Milton Tróccoli tomó posesión, en la Catedral de San Fernando, como primer obispo de la nueva Diócesis de Maldonado-Punta del Este- Minas, que resulta de la unificación de las Diócesis de Minas y de Maldonado-Punta del Este. “No es una Iglesia que se achica, sino que se reestructura para servir mejor. Es una Iglesia que agranda su tienda de campaña, para crecer y dar nuevos frutos”, aseguró Mons. Tróccoli en su homilía.

La Misa, que se desarrolló en condiciones extraordinarias debido a las medidas adoptadas por los obispos en consonancia con el gobierno para evitar grandes aglomeraciones de personas ante la pandemia de coronavirus, fue presidida por el Cardenal Daniel Sturla (Arzobispo de Montevideo) y concelebrada por Mons. Martin Krebs, Nuncio Apostólico en Uruguay, obispos de las restantes diócesis y unos 50 sacerdotes, en su mayoría de Maldonado, Lavalleja y Rocha.

Al inicio de la celebración hizo uso de la palabra el Obispo emérito de Minas, Mons. Jaime Fuentes, quien agradeció al Papa Francisco por anunciar la nueva circunscripción cuando él cumplía su edad de retiro. “Quisiera desearle de todo corazón a Mons. Milton que pueda llevar con optimismo, serenidad y certeza de fe que es el Señor que va guiando a su Iglesia”, expresó Mons. Fuentes.

Seguidamente, el representante del Papa en el Uruguay dio lectura del documento por el que se crea la nueva Diócesis de Maldonado – Punta del Este – Minas (que abarca los departamentos de Maldonado, Lavalleja y Rocha) y nombra a Mons. Milton Luis Tróccoli Cebedio como su primer Obispo.

Luego, el Arzobispo de Montevideo entregó el báculo pastoral al nuevo obispo, el cayado del pastor, signo de que debe guiar en la fe al pueblo que se le confía, y lo guió a la Cátedra, lugar desde donde presidirá las celebraciones litúrgicas e instruirá a todos en la fe.

Mons. Milton Tróccoli. Foto de Federico Gutiérrez

“Hoy estamos celebrando la unificación de dos diócesis, la creación de una nueva realidad eclesial. Podemos quedarnos en lo conocido y pensar en términos de ganar y perder, de tener o no tener, de seguridades y temores”, dijo Mons. Tróccoli al inicio de su prédica.

“Dios, infinitamente creativo, nos invita a pensar en lo nuevo, a saber soñar con el futuro, a ponernos en camino. Salir, como dicen hoy los sociólogos, de nuestra zona de confort, de lo que tenemos domesticado o a lo que nos hemos habituado, para hacer camino con nuevos hermanos y hermanas”, acotó.

Señaló que “la unión de las diócesis, como todo proceso humano, tiene su historia y desde el año 1972 se venía planteando. No es una Iglesia que se achica, sino que se reestructura para servir mejor. Es una Iglesia que agranda su tienda de campaña, para crecer y dar nuevos frutos”.

“Creo que esta es una oportunidad de Dios, que nos invita a recorrer el camino regalándonos algunos surcos por donde realizar la siembra”, subrayó.

Profundizando en esos surcos, Mons.Tróccoli resaltó, en primer lugar, la propuesta de ser una “Iglesia sinodal”. “La sociedad en que vivimos, y que estamos llamados a amar y servir también en sus contradicciones, exige de la Iglesia el fortalecimiento de las sinergias en todos los ámbitos de su misión” dijo, al tiempo que puntualizó que “sinodalidad es una de las expresiones de la comunión, de la corresponsabilidad y la participación de todos en la vida y en la misión de la Iglesia diocesana”. Sinodalidad es “la experiencia que favorece que cada persona y cada realidad local encuentre su lugar, su responsabilidad, su aportación única y específica al conjunto”, acotó.

Otros de los “surcos” por los que transitar destacado por el obispo es el de “una Iglesia en salida”. Se trata de “una Iglesia que no se queda dentro de los espacios donde nos sentimos cómodos, protegidos, aplaudidos, sino que sale al encuentro, sin bastón y sin alforja, solo con la confianza puesta en el Evangelio”. “Una Iglesia en salida es la que renueva su ardor evangelizador, que nos tiene inquietos mientras sepamos que hay hermanos a los que no se les ha anunciado el Evangelio”.

Una Iglesia con el espíritu del Buen Samaritano, fue el tercer “surco” destacado por el primer obispo de la nueva diócesis uruguaya. En este sentido, explicó que supone ser una Iglesia  ”capaz de estar al servicio del que sufre, sin prejuicios y sin muchas preguntas. Iglesia que es ‘hospital de campaña´, para recibir y sanar”.

Una Iglesia en camino hacia el V Congreso Eucarístico Nacional, fue la cuarta acentuación  planteada por el Pastor. “Es la invitación a forjar comunidades eucarísticas, cuyo centro es Cristo, capaces de ser agradecidas y de reconocer el don de Dios. Que se alimentan con el Pan de Vida, para no tener más hambre ni sed”, señaló.

Mons. Tróccoli planteó, asimismo, la propuesta de ser “una Iglesia joven, que recibe la alegre novedad de las nuevas generaciones y no se anquilosa en viejas estructuras, en el “siempre se hizo así”, en la falta de sueños y de horizontes. Una Iglesia capaz de vivir y contagiar esperanza».

Por último, remarcó la necesidad de constituirse como “una Iglesia que sabe ser madre y se pone bajo el manto de la Virgen, que nos protege y acompaña desde su santuario en el Verdún, donde peregrinan miles de personas durante el año, buscando el consuelo y la oración maternal de María”.  María “es modelo de la Iglesia peregrina, que pone toda su fe y esperanza en Aquel para el que no hay nada imposible”, enfatizó.

Al finalizar su homilía, Mons. Tróccoli agradeció al Papa Francisco “por su paternidad, por su oído atento al discernimiento de nuestra Conferencia Episcopal y por la confianza depositada en mí para este servicio”. Asimimo, agradeció al Nuncio Apostólico que «con eficiencia y caridad acompaña a nuestra Iglesia en Uruguay».

Expresó su agradecimiento también al Cardenal Sturla, quien por segunda vez le entrega una diócesis,  por su «cercanía y fraternidad» y a los obispos presentes y a los que no pudieron acompañarlo personalmente.

Por último, agradeció a Mons. Fuentes, que “ha acompañado la diócesis de Minas con espíritu de servicio y de cercanía”. “Su amor por la Virgen María lo ha llevado a preocuparse especialmente por el Santuario del Verdún, buscando que sea cada vez más lugar de oración y de encuentro con la Madre”, dijo.

“Querido Jaime, esta sigue siendo tu casa y sabes que eres siempre bienvenido. Te esperamos como peregrino en el cerro del Verdún”, le manifestó al obispo emérito de Minas.

La oración de los fieles las realizó una persona de la comunidad de Maldonado y  jóvenes y religiosas acercaron al altar los dones de pan y vino para la celebración de la Eucaristía.

Luego de la Comunión se procedió a la lectura y firma del Acta que deja constancia de la Toma de Posesión y el inicio del ministerio pastoral del primer Obispo de la Diócesis de Maldonado – Punta del Este – Minas, Mons. Milton Tróccoli.

Finalmente el nuevo Obispo impartió la bendición sobre su Iglesia diocesana y sobre todos los presentes. La celebración culminó con un canto en honor de la Santísima Virgen María, pidiendo su intercesión por la nueva Diócesis.

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