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Mons. Cotugno invitó a recibir al nuevo Arzobispo con «corazón abierto; espíritu de fe y mucha fundada esperanza»

By 14/02/2014febrero 22nd, 2014No Comments

En la mañana del  martes 11 de Febrero, Día de la Virgen de Lourdes y Jornada Mundial de Oración por los Enfermos, Mons. Nicolás Cotugno, presidió a las 8 hs la Santa Misa en el Santuario Nacional de la Virgen de Lourdes, concelebrada por Mons. Daniel Sturla y Mons. Milton Tróccoli, el P. Matjaz Roter (Secretario de la Nunciatura Apostólica ), el P. Francesco Bottacín (Párroco de la Gruta de Lourdes), el Pbro. Juan Silveira y el Pbro. Aurelio Vázquez.

Al finalizar la Eucaristía, Mons. Cotugno anunció la designación por el Papa Francisco de Mons. Sturla como Arzobispo de Montevideo y dio lectura a una carta dirigida a la Comunidad Arquidiocesana y a la Provincia Eclesiástica de la República Oriental del Uruguay, en la que expresa su «inmensa gratitud» al Señor y sus colaboradores por lo recibido en los 15 años de episcopado en Montevideo  e  invita a acoger al nuevo Arzobispo  con «corazón abierto, espíritu de fe y mucha fundada esperanza». «Ya hemos tenido oportunidad de conocer y apreciar sus virtudes humanas y su preparación espiritual y cultural que lo hacen un pastor de corazón generoso y con ´olor a ovejas´, con mucha alegría y entusiasmo que seguramente darán a la arquidiócesis un renovado impulso en la misión evangelizadora a la que nos llama Jesús, el Señor, en el misterio de la Iglesia, desde nuestro Sínodo arquidiocesano, Aparecida y la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, Evangelii gaudium», destacó Mons. Cotugno.

Texto completo de la carta de Mons. Nicolás Cotugno, Arzobispo Emérito de Montevideo

Nicolás Cotugno Fanizzi, sdb.
ARZOBISPO EMÉRITO DE MONTEVIDEO

A LA COMUNIDAD AQUIDIOCESANA Y A LA PROVINCIA ELESIÁSTICA DE LA REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY

 

Muy queridos hermanos y hermanas:

El Papa Francisco aceptó mi renuncia al oficio de arzobispo de Montevideo que le presenté, en conformidad con el canon 401, &1 del Código de Derecho Canónico, en el encuentro que tuve con Él en  Roma, en la audiencia del 5 de setiembre de 2013, algunos días antes de cumplir los 75 años.

Hoy, 11 de febrero de 2014, día de la VIRGEN DE LOURDES, el Santo Padre ha nombrado  mi sucesor como arzobispo de Montevideo a Mons. DANIEL STURLA BERHOUET, sdb., hasta ahora mi obispo auxiliar.

Estoy muy agradecido al Papa Francisco por haber aceptado mi renuncia  motivada, además que por el límite de edad, por la oportunidad y la conveniencia por el bien de la Arquidiócesis, de un cambio en el gobierno pastoral de la misma y de una renovación después de 15 años de mi servicio episcopal a la Iglesia particular de Montevideo.

Le quedo muy agradecido también por la elección hecha  por él de mi sucesor. Los invito a recibir a Mons. Daniel con corazón abierto, espíritu de fe y mucha fundada esperanza. Ya hemos tenido oportunidad de conocer y apreciar sus virtudes humanas y su preparación espiritual y cultural que lo hacen un pastor de corazón generoso y con «olor a ovejas», con mucha alegría y entusiasmo que seguramente darán a la arquidiócesis un renovado impulso en la misión evangelizadora a la que nos llama Jesús, el Señor, en el misterio de la Iglesia, desde nuestro Sínodo arquidiocesano, Aparecida y la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, Evangelii gaudium.

Por lo que se refiere a mi persona, aprovecho la oportunidad para expresarles mis sentimientos que son antes que nada de inmensa gratitud al Señor por lo que he recibido a largo de estos 15 años de episcopado en Montevideo, a través de todos y de cada uno de ustedes. Su fe y caridad, en particular de mis más estrechos colaboradores y de todos los que me han acompañado de cerca con la fidelidad y la oración, han hecho mi tarea y misión, por más exigente y ardua, «un yugo dulce y una carga ligera» (Cfr Mt 11,30).

Por todas mis faltas y límites pido perdón a Dios y a la comunidad arquidiocesana, al mismo tiempo que les aseguro que siempre los tendré presentes en mi oración y en mi corazón.

Querido Arzobispo Daniel, hace dos años, el 4 de marzo, segundo domingo de cuaresma, en la homilía de tu ordenación episcopal te decía:

«Tu consagración episcopal es como la anunciación de la presencia particular del Espíritu Santo en ti. Él te da la capacidad de salir de ti para ir “visitando” a tus hermanos en la Iglesiaque se nos ha confiado, para que seas animador del quehacer pastoral de toda la Iglesiaque peregrina en Montevideo, en el Uruguay y en el mundo entero. Desde ahora en adelante serás Obispo, verdadero sucesor de los Apóstoles. LA MISIÓN CONTINENTAL (Aparecida 2007), en plena sintonía con las conclusiones de nuestro IV SÍNODO ARQUIDIOCESANO (Montevideo 2005), ocupará de una forma nueva, toda tu vida de Pastor. Con el empuje apostólico que nos lanza mar adentro y de la Nueva Evangelización, podrás sembrar amor y alegría a lo largo y ancho dela Arquidiócesis, de nuestra Provincia Eclesiástica dela República Oriental del Uruguay y dela Iglesia en todo el mundo».

Es un augurio que se hace intensa oración.

María, Reina de los apóstoles, nuestra VIRGEN DE LOS TREINTA Y TRES, como buena AUXILIADORA que “auxilió” a Dios en su misterio de encarnación redentora, te acompañe siempre en tu misión de Pastor de Montevideo a fin de que nos auxilies en nuestra vocación de discípulos-misioneros para que todos tengamos vida y vida en abundancia.

Confío tu Sucesión en la cátedra episcopal de la Iglesia Matriz de Montevideo a la intercesión de la Purísima, Inmaculada siempre Virgen  María, de los Santos Patronos de nuestra Arquidiócesis, los apóstoles san Felipe y Santiago, así como de nuestras beatas mártires Dolores y Consuelo, la beata Madre Rubatto, el Siervo de Dios el joven Walter Chango y de una forma muy especial del Siervo de Dios Mons. Jacinto Vera,  nuestro primer Obispo, que esperamos ver pronto en el catálogo de los santos. Eres su noveno sucesor: ¡Qué desafío! ¡Cuánta esperanza!

Nuestra Señora de los Treinta y Tres, la Madre de Jesús, la perfecta discípula y misionera, nos ayude a imitarla en su itinerario de fe, desde su humilde vida en Nazaret, hasta su gloriosa asunción al Cielo en la que comparte la resurrección de su Hijo, el Resucitado, en la gloria del Padre suyo y Padre nuestro, Dios suyo y Dios nuestro.

Queridos hermanos y hermanas: al despedirme de Uds. los saludo con todo mi afecto en Jesús, nuestro Buen Pastor, que siempre nos acompaña con su presencia, su bendición y con el don de su Espíritu.

De ahora en adelante, al celebrar la Santa Misa, junto a Uds., con Uds. y para Uds., rezaré diciendo con todo amor y entusiasmo: «Acuérdate Señor de tu Iglesia extendida por toda la tierra, y con el Papa FRANCISCO y nuestro Obispo DANIEL…llévanos a la perfección del amor!».

¡AMEN, ALELUYA!

 

Montevideo, 11 de Febrero de 2014

Día de la Virgen de Lourdes.

 

                                                              + Nicolas Cotugno, sdb

                                                                Arzobispo Emérito de Montevideo

 

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Tomadas de: Comunicación Salesiana Uruguay