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Los colegios católicos son la alternativa para el cambio en la educación, aseguró la pedagoga Montserrat del Pozo

By 18/08/2016agosto 22nd, 2016No Comments
Foto de EL País

Foto de EL País

En tres años es posible cambiar la educación en Uruguay y en cualquier otro país que adopte el sistema que propone la pedagoga Montserrat Del Pozo, basado en un “cóctel pedagógico”  en el que prima la aplicación de la teoría de las “inteligencias múltiples” de Howard Gardner. Así lo aseguró la impulsora de la innovación pedagógica en España, durante los distintos encuentros que sostuvo del 11 al 13 de agosto en nuestro país, con directivos y docentes de colegios católicos, autoridades de la educación pública y privada  y periodistas.

La experta llegó a Uruguay invitada por la Asociación Uruguaya de Educación Católica (AUDEC). Su método es aplicado con mucho éxito en casi 700 colegios de España, también en Paraguay, Venezuela, Colombia, Ecuador y África y con las premisas que lo sustentan ha logrado la tan ansiada repetición cero.

La Hna. Montserrat es la Superiora General de la Congregación Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, presente a través de sus colegios, centros de promoción social y educativos y casas de espiritualidad en Paraguay, Ecuador, España, Colombia, Brasil, Camerún, Australia, e Indonesia. La Congregación está integrada por 300 hermanas, todas con especialización en educación.

Ya en el año 1986 había algo que preocupaba a la Hna. Montserrat y era que los jóvenes, por brillantes que fueran, no tenían futuro al carecer de las competencias que exigía el siglo XXI. Estando a cargo del Colegio  Montserrat de Vallvidrera (Barcelona), les advirtió a las hermanas de su comunidad: “tenemos poco futuro si seguimos así”. Ante un horizonte tan sombrío, se dedicaron a investigar las causas del fracaso escolar, pues notaban que muchos jóvenes dejaban de hacer muchas actividades extracurriculares para concentrarse únicamente en la preparación para su ingreso a la Universidad, lo que no era bueno.

Luego de recorrer algunas experiencias europeas, la búsqueda de nuevas técnicas pedagógicas llevó a la hermana Montserrat a Estados Unidos y, concretamente, a la Universidad de Hardvard, donde tomó contacto con el profesor Gardner.

Tras varios años de estudio e investigación, las hermanas constataron que el fracaso escolar se gestaba ya en la educación inicial y tomaron cartas en el asunto. Del 2000 al 2008 se dedicaron a trabajar en la estimulación temprana de los niños de 0 a 3 años y luego de 3 a 6 años. Posteriormente, esta nueva metodología se fue cristalizando en primaria y secundaria, no sin resistencias al inicio, pero que se fueron despejando con el tiempo. Los colegios en España eran muy competitivos pero ahora están “agradecidos de compartir lo que tenemos”, comentó la Hermana.

El método de “Sor innovación”, como la ha llamado un periodista español, formó a los docentes de los 13 colegios que su Congregación tiene en España, así como a los de otras instituciones, y ya ha alcanzado fama mundial.


LAS CLAVES DEL CAMBIO

¿Cuáles son las claves para lograr un cambio en la forma de enseñar y aprender?  Se trata de lograr un cambio sistémico, en 3 años, a través de 4 grandes transformaciones en diferentes aspectos:

  1. en el currículo, la metodología y la evaluación
  2. en la organización del centro
  3. en el rol del alumno y del profesor
  4. en los espacios de aprendizajes

Lo primero que se propone es poner al alumno en el centro y que el profesor pierda su protagonismo en beneficio de este. También trabajar la diversidad desde la perspectiva de que cada alumno es único e irrepetible y que potencialmente tiene una inteligencia y unas capacidades que va desarrollando mediante proyectos y actividades. “Para nosotros todo alumno es inteligente. La teoría de Gardner no tiene nada que ver con la pedagogía ni con la filosofía, te permite hacer lo que quieras siempre y cuando trabajes las inteligencias de los alumnos”, señaló la Hermana Del Pozo. “No hay clasificación de alumnos, sino chicos integrados y que disfrutan mucho con la actividad variada”, acotó.

Las aulas “cooperativas” acogen a 90 o 120 alumnos y los 3 o 4 profesores que los acompañan ofician de “coach», no dan las respuestas, generan preguntas y estimulan al alumno en el conocimiento. Los alumnos saben cuándo tienen que entregar una actividad u otra y se manejan con autonomía. “Cuantos más alumnos mejor. Es una idea actual de investigación, que más alumnos generan mucho más talento”, indicó.

Son los alumnos, organizados en grupos de 3, los que se deben encargar de planificar sus propios objetivos. Conforme lo explicado por la impulsora del método “es importante la interdependencia positiva” que se genera entre los alumnos y asegura que el bullying se reduce más del 80 por ciento.

Al alumno se lo evalúa por competencias. No importa la calificación sino las competencias que ha adquirido: si es buen comunicador, si es empático, si sabe hablar bien en público, si sabe liderar.

Se aplica un nuevo currículo donde, por ejemplo, la física, la química y la biología se pueden aprender juntas, en forma intertidisciplinaria, y se ofrecen otras “asignaturas” tales como ajedrez, música, arte, huerto escolar…

En la adquisición de conocimientos, el alumno aprende que lo que logra es para darlo a la sociedad.

En cuanto a la repetición cero, la pedagoga aseguró que todos los alumnos llega a los mínimos, no porque se les exija menos o distinto, sino porque en el proceso, a quien no llega a nivel ya en la primera evaluación, se le pone el remedio con el aporte del grupo de alumnos y del profesor.


EL COMPROMISO CON EL CAMBIO

“Hay personas que se ponen nerviosa por el hábito (de monja) , pero cuando hablas de calidad y de profesionalidad ya no lo ven”, confesó la Hermana Del Pozo durante una cena compartida con periodistas de distintos medios de comunicación, organizada por el DECOS-CEU.

Durante su visita a nuestro país el hábito no fue impedimento para captar la atención de distintos medios televisivos, radiales o de los diarios, y tampoco lo fue para ser considerada una interlocutora válida por parte de las autoridades de la educación pública que asistieron, invitadas por AUDEC, a un conversatorio con la experta. Entre los invitados se encontraban el Cardenal Daniel Sturla, la Subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Edith Moraes, la Directora de Secundaria, Celsa Puente, y la Presidenta del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, Alex Mazzei.

En la oportunidad, consultada por el Diario El País, la Subsecretaria del MEC dijo: “Me parece muy bueno todo lo que dijo y quiero agradecerle a la hermana que ponga el dedo en el ventilador. El cambio tiene que venir por hacer un giro desde la enseñanza y poniendo el foco en el aprendizaje. Además, hay que tener claro que sin los docentes no lo podemos hacer”. Admitió que en Educación “estamos medio empantanados”, y destacó que “hay que tomar coraje” para salir del diagnóstico y pasar al cambio.

En su encuentro con los periodistas, la Hermana Montserrat dijo que estamos ante tres grandes revoluciones que deben afectar al colegio: la neurológica, la digital y la globalización.

Aseguró que “la escuela católica en España ha generado una alternativa de cambio para 700 colegios”. “Pasamos de ser un colegio vigiladísimo, con inspectores que llegaban todas las semanas, a ser la alternativa del cambio”, afirmó. “Generar esta alternativa es necesario, también, para la educación pública”, puntualizó.

Consultada sobre las posibles resistencias por parte de los docentes, dijo que en el primer año del cambio sistémico, que supone poner “patas arriba” a toda la institución, “todos lloran”, pero luego empieza el cambio en forma muy positiva.

Comentó que en primaria “hay que trabajar mucho para que los maestros sean capaces de ser abiertos” ya que se rompe con la tradicional estructura de un aula – una maestra. Con este sistema se unen dos aulas en una, con dos maestras.

En secundaria, según la pedagoga, el docente se siente amenazado por la disciplina del alumno. Por ello, “un profesor es muy capaz de ver lo que queremos cuando el alumno responde bien”, afirmó. “La máxima satisfacción de un profesor no es el salario sino que cuando está en el aula los alumnos le respondan bien”, entonces “es muy capaz del cambio”, enfatizó.

Aclaró que los cambios ni implican mayores costos.


¿Y EN URUGUAY?

En Uruguay se está comenzando a dar algunos pasos en el camino propuesto por la pedagoga. Según explicó a los periodistas el Director Nacional de AUDEC, Lic. Rafael Ibarzábal, en el Colegio “Jesús María”, que dirige, ya hace algún tiempo que docentes de distintas asignaturas proponen a los alumnos un proyecto común que suponga aplicar lo aprendido en las mismas, en forma interdisciplinaria. Aseguró que hay otros colegios de la zona que realizan lo mismo. “Seguimos con la idea de que lo que garantiza la calidad de la educación es la homogeneidad pero es hora de que los centros educativos empecemos a hacer cosas diferentes” y de “empezar a conjugar colaboración y competencia”, subrayó Ibarzábal.  Sobre el ‘tiempo completo” opinó que hay que ofrecer otras actividades porque “los niños no resisten duplicar el tiempo para hacer lo mismo”.

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