El pasado 31 de diciembre tuvo lugar la Pascua de la Hna. María Luz Riboldi, religiosa italiana de la Congregación Misionera de Jesús Eterno Sacerdote, que desde hace 16 años desarrollaba su servicio pastoral en el Hogar Sacerdotal, donde residen y son atendidos los sacerdotes del clero secular de Uruguay que se retiran o sufren alguna enfermedad.
El Obispo de San José de Mayo, Mons. Arturo Fajardo, quien presidiera la Comisión del Hogar Sacerdotal y que durante algunas semanas estuvo residiendo allí, luego de un quebranto de salud, destaca que “la Madre Luz sirvió con generosidad y entrega durante todos estos años en el Hogar Sacerdotal. Muy dedicada y trabajadora. Siempre preocupada por la Evangelización y en la búsqueda de celebrar y acompañar la fe de los sacerdotes ancianos y enfermos del Hogar”.
“En mis días en el Hogar, el año pasado, me acompañó, cuidó y se preocupaba por mi salud en cada momento. Cada día me preguntaba por mi dieta y las cosas que deseaba comer. Además, cada vez que podía bajaba para participar de la Eucaristía que celebraba en la Capilla del Hogar. Allí expresaba su amor a la Eucaristía, a la Iglesia, eso lo expresaba en su entrega de todos los días, a pesar de los achaques, siempre tenía una voz de consuelo, ánimo y esperanza para con los sacerdotes, algo bien propio de su carisma», compartió el Pastor.
El 1º de enero de 2015, Fiesta de Santa María Madre de Dios, el Arzobispo de Montevideo, por entonces Monseñor Daniel Sturla, presidió la Eucaristía de cuerpo presente en el salón de la empresa Martinelli en Montevideo. La celebración fue acompañada por varios sacerdotes y fieles laicos.
UNA HISTORIA DE MISIÓN ININTERRUMPIDA
La Hna. Luz, como le decían, nació el 24 de agosto de 1935 en Lissone, Italia. Era la séptima de 10 hijos, recibió el bautismo el mismo día de su nacimiento. Tuvo un hermano sacerdote, el Padre Enoch (fallecido) y una hermana religiosa Carmen.
Fue recibida en la familia religiosa Misioneras de Jesús Eterno Sacerdote, por su propia Fundadora, la Sierva de Dios Madre Margarita M. Guaini, quien le dio su nombre.
Como misionera, fue enviada a Bolivia en noviembre 1976, donde ofreció su servicio en la prelatura de Aiquile para la promoción de las mujeres. Como responsable de la comunidad, acompañó a jóvenes y promovió las vocaciones. Allí se encargó de la construcción de la primera casa del Noviciado «Santa María de las gracias» en Aiquile, y colaboró mucho con las familias, en especial las más necesitadas.
En 1993, se trasladó a Cochabamba, donde abrió una comunidad “Casa Guadalupe” al servicio del Obispo local y de los Sacerdotes de la prelatura boliviana. A mediados de 1998 fue invitada con otras hermanas a Montevideo para prestar su servicio pastoral en el Hogar Sacerdotal «Mons. Jacinto Vera», en la capital de Uruguay.
En el Hogar, las Hermanas Misioneras de Jesús Eterno Sacerdote, atienden a los presbíteros, así como también están encargadas de la administración y el personal de la residencia.
El 25 de abril de 2014, la Hermana María Luz tuvo la alegría y la gracia de celebrar los 50 años de Vida religiosa.
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