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Fátima. El milagro continúa: Reflexión de Mons. Pablo Galimberti

By 12/05/2017No Comments

 

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Al celebrarse 100 años de las apariciones de la Virgen en Portugal, el Obispo de Salto, Monseñor Pablo Galimberti, dedica su columna semanal en el Diario “Cambio” al milagro que ocurrió hace un siglo y asevera que aún continúa. “La prueba es el Papa Juan Pablo II¨, afirma.

Fátima

El milagro continúa

Mons. Pablo Galimberti 

A fines de enero de este año visité Fátima, pequeño lugar de Portugal donde hace un siglo ocurrió un milagro que continúa. La prueba es el Papa Juan Pablo II.

En las cercanía de este pueblito, tres niños: Lucía (10), Francisco (9) y Jacinta (7), que se ocupan de un pequeño rebaño, reciben en mayo de 1917 la “visita” de la Virgen María, la madre de Jesús.

La tranquilidad de este rincón contrasta con el resto de Portugal y de Europa. El inicio del siglo XX registra conflictos políticos y sociales que culminarían en la Primera Guerra Mundial, en la revolución bolchevique y la instauración del comunismo en Rusia. También Portugal vivía tiempos difíciles con persecución a la Iglesia y la prohibición del culto público.

El 13 de mayo de 1917 surge la mano de Dios por medio de la la Virgen María, que se aparece en Cova de Iría, donde los niños van a apacentar el rebaño. Es casi mediodía y el sol brilla. Terminado su alimento frugal y recitado el rosario, juegan. De improviso, un fulgor extraordinario surca la atmósfera. Los niños lo interpretan como relámpago precursor de tormentas y recogen el rebaño para regresar. Un nuevo resplandor los detiene junto a algunos matorrales y encinas. Hay una de un metro de altura y en medio de una luz blanca y resplandeciente ven la figura de una persona que les llama.

Recogiendo declaraciones de los videntes, el Dr. Formigao lo describe así: “Parecía como si no tuviese más de 18 años. Su vestido tenía la blancura de la nieve… De las manos, unidas a la altura del pecho, colgaba un rosario que terminaba en una cruz de oro”. La Virgen tranquiliza a los niños… Les manda que vuelvan durante seis meses consecutivos, el mismo día y a  la misma hora.

En la 6ª aparición los grandes diarios de Lisboa anuncian que la Virgen realizará un milagro. Acuden a Cova de Iría más de cincuenta mil personas. El mensaje esencial: “Soy la Virgen del rosario. Quiero que se construya aquí una capilla en mi honor. Que se siga rezando siempre todos los días el rosario. La guerra está a punto de terminar y los soldados volverán pronto a casa… No ofendan más a nuestro Señor.

El 13 de mayo de 1982 el Papa Juan Pablo II viajó por primera vez a Fátima. Después del atentado el Papa había pedido que le trajeran un informe sobre las apariciones de Fátima para “agradecer a la Virgen su intervención para la salvación de mi vida y el restablecimiento de mi salud”. Dice el Papa: “cuando fui alcanzado por la bala no me di cuenta en un primer momento que era el aniversario del dia en que la Virgen se apareció a tres niños en Fátima. Y agregó que fue su secretario personal quien lo notó. En diciembre de 1983 el Papa visitó en la cárcel al hombre que intentó matarlo. El mismo Alí Agca habló de Fátima: “¿Por qué no murió? Yo sé que apunté el arma como debía y sé que la bala era devastante y mortal. ¿Por qué entonces no murió? ¿por qué todos hablan de Fátima?” Un año más tarde, Juan Pablo II formalizó su agradecimiento a la Virgen donando al santuario de Fátima la bala que le extrajeron, que desde 1984 está engarzada en la corona de la imagen de María que preside el santuario.

En 1991 Juan Pablo II regresó al santuario: “La Virgen me regaló otros diez años de vida” expresó. En más de una ocasión señaló que consideraba sus años de Pontifiado posteriores al atentado como un regalo de la Divina Providencia a través se la intercesión de la Virgen  de Fátima.