En este tiempo de pandemia, que dejó sin efecto o en suspenso tantos proyectos personales y colectivos... damos, en primer lugar, gracias a Dios por todo lo bueno que hizo surgir en los corazones de hombres y mujeres de nuestra tierra. En todo ello encontramos motivos de esperanza.
EL ESPECTADOR |
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El papa Francisco nos ha recordado lo que había dicho la exhortación apostólica postsinodal Vita Consecrata:” Vosotros no solamente tenéis una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir. Poned los ojos en el futuro, hacia el que el Espíritu os impulsa para seguir haciendo con vosotros grandes cosas “(n. 110).
Es mi propósito que demos la oportunidad al Pueblo de Dios la oportunidad de considerar, valorar y rezar por las familias religiosas que dan su vida en nuestras comunidades, ruego me ayuden a poder hacer presente este desafío.
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