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Jorge Bergoglio, el sumo pontífice argentino, compartió un almuerzo con los empleados de la Santa Sede y se mostró como un funcionario más: tomando su propia bandeja y sirviéndose él mismo su comida.
Las muestras de humildad y austeridad son comunes en el papa Francisco.
El diario L’Osservatore Romano capturó a Bergoglio durante el almuerzo con sus empleados, en el que eligió un plato de pasta sin salsa, una porción de bacalao, verduras a la plancha y papas fritas.