LA MUCHEDUMBRE DE INMIGRANTES EN EUROPA DESENCADENARAN LA REVITALIZACION ESPIRITUAL DEL CONTINENTE Y NOS BENEFICIARAN A NOSOTROS
Por.P.Omar Franҁa. 3 oct.2015.,.
Muchos de nuestros contemporáneos ven a las multitudes de inmigrantes hacia Europa, tanto de Africa como desde el próximo Oriente, como si fuese un asunto meramente económico y con repercusiones sociales restringidas al continente europeo.
Sin embargo, mi mirada es que esta corriente inmigratoria va a ser origen de grandes beneficios religiosos y espirituales al resto del mundo, incluyéndonos s nosotros en Latinoamerica.
¿En qué me baso para hacer estas afirmaciones? Voy a intentar explicarlo.
EUROPA ES UN CONTINENTE ENVEJECIDO Y SECULARIZADO
Para nadie es novedad que Europa es un continente lleno de viejos; y viejos que se han alejado de la fe y asumido –en su gran mayoría- una concepción materialista de la existencia y una moral emotivista-narcisista.
Una concepción materialista significa vivir sin creer que existe un Juez trascendente al hombre, capaz de juzgar nuestros actos y asegurarnos la salvación perpetua o, por el contrario, la muerte definitiva. La sociedad secularizada europea vive, de hecho, como si Dios no existiera, dejando la creencia, reducida al ámbito íntimo de las personas y sin relevancia pública.
En segundo lugar la sociedad secularizada europea, vieja y materialista, basa sus decisiones morales en valores narcisistas: lo que me sirve a mí y a los que piensan como yo. En todo caso, sólo aceptan una “moral general” en la medida que dicha moral “común” permita a cada uno, satisfacer sus necesidades personales (de cualquier índole).
La consecuencia más obvia de esta moral narcisista y emotivista es la defensa del aborto como si fuera un derecho absoluto de las mujeres, la eutanasia aplicable a cada vez más casos de “compasión” subjetiva, la igualdad de derechos al matrimonio homosexual, la defensa del infanticidio en ciertos casos, etc.
Ahora bien, lo sorprendente de esto es que, entre todos los valores narcisistas, la “incomodidad” de tener y criar hijos ha entrado en el espectro de comportamientos que gran número de los “cultos” y “democráticos” europeos consideran de “buena educación”. En resumen, los secularizados europeos no se reproducen o tienen el mínimo de hijos necesario para no afectar la “calidad” de vida deseable para su narcisismo ético y su “sociedad de confort”.
La repercusión demográfica principal de esto es que quienes piensan así, tienden a generar sociedades envejecidas con pocos jóvenes. Empezó Alemania y luego fueron siguiendo los demás países. La sustitución generacional que sólo puede asegurarse si las mujeres europeas tienen una tasa bruta de fecundidad de 2.1 hijos por mujer, ya ido disminuyendo estrepitosamente. España, por ejemplo, tiene una tasa de bastante menos de 2 hijos por mujer, rondando en torno a 1.5.
(En Uruguay no estamos mejor, y tenemos 1.8 hijos por mujer. Desde 2004 hemos traspasado, por debajo, el umbral mínimo demográficamente aceptable de 2.1).
LA MULTITUD DE INMIGRANTES ASIÁTICOS Y AFRICANOS
Provenientes de países en guerra o en pobreza estas multitudes aportan una población joven y religiosamente creyente a la Europa descreída. Un buen sector de ellos son de fe musulmana pero hay un importante porcentaje de cristianos provenientes tanto de Africa como del cercano oriente.
Los inmigrantes vienen con sus hijos o están dispuestos a casarse y a tener muchos hijos como es lo propio en sus países de origen.
Esta población creyente que “invade” Europa transformará tanto la demografía europea, como las preferencias electorales, y la balanza de religiosidades.
En los próximos 15 años de Europa, nada será igual que hasta ahora. Y esto, por varias razones:
Los creyentes musulmanes intentarán seguir creyendo en la fe islámica y buscarán organizarse y edificar sus propias mezquitas.
Los creyentes musulmanes cuestionarán y suscitarán admiración a los “viejos y secularizados europeos”. Como reacción emocional y existencial muchos de los “viejos” europeos secularizados volverán a revisar sus raíces cristianas y, no sería de extrañar, que muchos de ellos vuelvan a sus identificaciones religiosas perdidas hace años.
Los cristianos europeos (que son mayoría católicos) recibirán un cuestionamiento a su propia fe y experimentarán un reavivamiento de su sentido de identidad con la Iglesia y dinamismo evangelizador.
Los inmigrantes cristianos que lleguen se incorporarán a las iglesias europeas, aportando niños y jóvenes creyentes que revigorizarán a las “viejas iglesias”.
Los creyentes musulmanes, acogidos por los cristianos europeos, podrán experimentar por su propia cuenta, que la misericordia cristiana, no mira la raza o la religión, sino la necesidad del ser humano miserable y les abre sus puertas sin pedirle condiciones.
Los creyentes musulmanes podrán verificar fácilmente que la super rica Arabia Saudita (que flota en un mar de petróleo) siendo el país que dio origen a la fe islámica y donde está La Meca y Medina, no ha recibido un solo inmigrante musulmán. Rechazados por los “ricos” países árabes, los musulmanes han tenido que irse a proteger a los países cristianos para pedir socorro y ayuda.
En Europa, no solo los gobiernos han recibido a las multitudes de inmigrantes. La Iglesia católica ha movilizado mucho de su fuerza social para amparar con solidaridad a los inmigrantes desamparados en sus países. Su testimonio caritativo y solidario, sin duda, conmoverá a incontable número de inmigrantes de otras fes.
Los creyentes musulmanes, desgajados de su presión ambiental nacional (que castiga severísimamente las conversiones al cristianismo), se sentirán más libres como para poder revisar su fe islámica y, eventualmente, incorporarse al cristianismo.
Un adolescente inmigrante –creyente y familiero- que ingresa con sus padres a Europa teniendo 15 años, estará votando en menos de 4 años e incidiendo electoralmente en los nuevos parlamentarios de la próxima Europa. Lo mismo acontecerá con sus padres y con sus hermanos menores de forma progresiva. Muy escasos de entre ellos serán los que incorporen la mentalidad secularizada y materialista de los actuales “viejos” europeos.
A diferencia de antaño, ahora Europa tiene un papa que es hijo de inmigrantes y que proviene del fin del mundo religioso.
Podemos preguntarnos: ¿la correlación de fuerzas electorales seguirá igual en la Europa de los próximos 15 años? Ciertamente no.
¿En qué medida será desacreditada la ética narcisista y emotivista que promueve el “derecho del aborto” “el derecho a la eutanasia compasiva” el “mismo derecho de homosexuales al matrimonio”, el “derecho al infanticidio en ciertas condiciones”? ¿Estará esta bocanada de nuevas mentalidades socioculturales y religiosas que provienen de Africa y Asia de acuerdo en seguir validando esas mentalidades secularizadas?
Solo Dios lo sabe. Pero los demógrafos, antropólogos, politólogos y políticos se devanarán los sesos como para desentrañar ese misterio y pronosticar sus efectos.
Y, la Iglesia ¿Qué piensa de esto? Que se trata de un auténtico “signo de los tiempos”. Y, como dice el Evangelio, del mismo modo que cuando observamos el cielo y vemos nubes, sabemos que va a llover, también ahora, podemos pensar que en estas “nubes” de inmigrantes, hay una lluvia de bendiciones espirituales para Europa. Y desde Europa (y su agenda secularizada desacreditada) para el resto del mundo.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS PARA EUROPA
Primer signo de un tiempo nuevo para Europa: una metamorfosis religiosa difusa
Los sociólogos están confundidos. Hace 20 años atrás sostenían que “a mayor confort material” en una sociedad dada, mayor tendencia anti religiosa o más alejamiento de la religión. Y eso lo pronosticaban para Europa y para cualquier sociedad desarrollada. Sin embargo, ante los hechos y las encuestas, los sociólogos se han visto obligados a revisar sus propias teorías. Eso se ha debido a que la sociología europea no ha detectado un incremento de la increencia sino, al contrario, muestra que la religiosidad se ha transfigurado y ha cambiado sus facetas de forma imprevista y sorprendente; desde luego, bastante antes de que llegara la ola de inmigrantes religiosos actuales. Algunos sociólogos hablan de una “metamorfosis de Dios” en la religiosidad de los europeos de los últimas décadas.
Segundo signo de los tiempos en Europa: intelectuales convertidos al catolicismo
En este contexto de “metamorfosis de Dios” ha aparecido toda una corriente de “neoconversos” en Europa, que aumenta cada vez más. En Francia célebres intelectuales se han convertido a la iglesia Católica. Por otra parte, en el campo literario cada vez son más las novelas, guiones y ensayos en los que la fe cristiana vuelve a ser protagonista. ¿Cómo irá transformándose esa religiosidad expresada por intelectuales? Los sociólogos son incapaces de predecirlo y ese es otro indicio del “cambio silencioso”en la religiosidad europea. Hay un nuevo grupo de creyentes intelectuales convencidos que vuelven a la fe cristiana, o se incorporan por primera vez a ella. No están dispuestos a vivir “debajo de la alfombra” sino a dar la cara y al combate ideológico en la via pública.
Y este fenómeno de minorías intelectuales, se ha dado como previo a la actual bocanada de aire fresco de inmigrantes asiáticos y africanos.
Tercer signo de los tiempos: islámicos convertidos
Por otra parte, también en el seno del Islam hay corrientes de conversión al cristianismo. Durante el fin de semana del 11 y 12 de octubre de 2014 tuvo lugar en Francia, cerca de Lille, un foro sobre la evangelización de los musulmanes, organizado por la asociación Jeshuah al Masih («Jesús el Mesías»). Una de las principales personalidades en el encuentro era Joseph Fadelle, iraquí de una familia aristocrática chiita, converso al catolicismo en 1987 y autor del libro “El precio a pagar”. Fadelle ofreció algunas cifras que muestran que hay interés en países islámicos por el cristianismo. Dijo que:
– 120.000 árabes saudíes han abandonado el islam (la mayoría en secreto)
– 40 familias árabes saudíes han recibido el bautismo;
– 4 familias saudíes viajan una vez al mes al extranjero para participar en la Santa Misa;
– 80 familias iraquíes se preparan actualmente para recibir el bautismo católico;
– muchos musulmanes del Norte de África abandonan el islam, sin convertirse por el momento al cristianismo, pero la mayoría de los cabileños (pueblo beréber que habita la Cabilia, región del norte de Argelia, ndt) ya se ha convertido;
– cada vez hay más solicitudes de bautismo de ex musulmanes que viven en Francia;
– 300 ex musulmanes fueron bautizados en la Vigilia Pascual de 2014 en París;
Cuarto signo de los tiempos para Europa: los políticos se confiesan cristianos
David Cameron, el primer ministro inglés, en su mensaje pascual de abril de 2015 habla explícitamente del papel relevante y positivo de la iglesia en la sociedad británica.
“La Iglesia no es una colección de edificios antiguos de gran belleza; es una fuerza viva y activa que realiza obras admirables a lo largo y ancho de nuestro país: cuando la gente carece de hogar, allí está la Iglesia proporcionando alimentos calientes y cobijo; cuando la gente es aplastada por la adicción o está desahuciada, cuando la gente sufre o está desolada, ahí está la Iglesia.”
Y Agregó: “en toda Gran Bretaña la Iglesia no solamente predica “ama a tu prójimo”, sino que lo vive constantemente en los centros de fe, las cárceles, en las asociaciones ciudadanas. Y es por todas estas razones por las cuales debemos sentirnos orgullosos de proclamar que este país es un país cristiano”.
En el continente, su colega, la canciller alemana Angela Merkel en una entrevista que le hicieron el 1° octubre de este año, también se manifestó en la misma línea de Cameron. Pero fue más explícita con respecto al papel benéfico de la inmigración de creyentes de otros países no europeos. Dijo que ellos son “la oportunidad para investigar un poco más a cerca de nuestras propias raíces”; y agregó que los europeos deberían volver a la “tradición de asistir al culto de la iglesia de vez en cuando, y tener fundamentos bíblicos”…“Tengo que ser muy honesta. Todos tenemos la oportunidad y la libertad de tener nuestra religión, practicarla y creer en ella. Quisiera ver más personas que tengan la valentía para decir ‘soy un creyente cristiano’. Y más gente que tengan la valentía de entrar en el diálogo”.
Tanto Cameron (Gran Bretaña) como Merkel (Alemania) son la punta del Iceberg de los políticos que como Obama (Estados Unidos) expresara cuando se dirigió al Papa en la Casa Blanca (“Ud. remueve nuestras conciencias”), reconocen que la Iglesia tiene un liderazgo moral y religioso sin parangón en la sociedad actual.
COMENTARIOS CONCLUSIVOS
La multitud de inmigrantes que “vienen de la gran tribulación” –al decir del apocalipsis- trasladan un ansia de vivir y seguir con sus valores y sus fes. Ellos aportan a la “vieja” e in-reproductiva Europa, nuevos miembros, nuevos votantes y nuevos creyentes.
En los próximos diez años, ellos generarán un reavivamiento de la religiosidad de Europa que reforzará las incipientes señales que ya estaban presentes en el continente (aludidas arriba) y la llevarán a niveles insospechados por los sociólogos y los políticos.
Su efecto se producirá por varios factores.
Su propia práctica de la fe
El reavivamiento que suscitarán entre los cristianos y católicos de Europa.
La desacreditación de la mentalidad secularizada y materialista de los “viejos” europeos.
El incremento de convertidos al cristianismo y catolicismo a consecuencia del buen testimonio que su acogida cristiana genere en ellos.
En suma, que grandes sorpresas ¡positivas! nos deparan los próximos 10-15 años. Grandes bendiciones para Europa; y desde Europa, para el resto del mundo que mira al viejo continente como “modelo” de polis. Quizá, tengan buenas razones para preocuparse los “viejos” y secularizados europeos. Y más aún, los que hacen gala de ateísmo, a los que se veía entusiasmados con sus arengas anticristianas.