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El Cardenal Daniel Sturla instó a ser «cristianos contentos»

By 10/05/2016mayo 20th, 2016No Comments

cardenal

Se celebró la fiesta de San Felipe y Santiago, patronos de Montevideo

Ante más de 3000 personas, el 7 de mayo, en la Fiesta de la Arquidiócesis, el Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla, llamó a ser “cristianos contentos”, ni “achicados”, ni “agrandados”.

“No puede haber nadie en esta ciudad que, por culpa nuestra, no conozca la alegría de ser cristiano, la alegría de ser hijo de Dios, la alegría de tener a María, nuestra Madre”, destacó el Cardenal en la multitudinaria Misa celebrada en la Rural del Prado.

La tarde prometía ser diferente y pretendía retomar el espíritu que se vivió en torno a la fundación de la ciudad de Montevideo, cuando en la primera mitad del siglo XVIII ya se celebraba a los patronos de la urbe, San Felipe y Santiago.

El evento comenzó poco después del mediodía. En el predio había cerca de 40 stands de grupos, movimientos e instituciones que están presentes en la Arquidiócesis y que exhibieron su trabajo de modo creativo. “Hay de todo en la viña del Señor”, comentó al pasar uno de los asistentes, al ver la diversidad de obras.

Es que mientras los del Colegio Sagrado Corazón animaban bailes y danzas, en el espacio de la Parroquia María Auxiliadora invitaban a sacarse fotos. El Movimiento Luceros quiso llamar la atención con un muñeco que simulaba ser un vagabundo que dormía en la calle, y el Apostolado del Mar había preparado una decoración con redes de pesca y cascos. Dos chicos de unos 13 años iban vestidos como de religiosos y, a la pregunta de quiénes eran, respondían que ella era santa Luisa de Marillac y él, san Vicente, de la Familia Vicentina.

Otros grupos se dedicaban a exponer su carisma, como por ejemplo los recién llegados misioneros de Puntos Corazón, presentes en el barrio Lavalleja. Y algunos atraían con juegos o premios. Iglesia de Todos, anfitriona del evento junto con la Arquidiócesis de Montevideo, invitaba a los visitantes con té caliente y galletitas hechas especialmente para la fiesta.

Mientras todo esto transcurría, en el galpón de ovinos había un clima diferente. El seminarista Juan Andrés Verde y la emprendedora social Valentina Quagliotti guiaban un diálogo donde se presentaron diversos testimonios de obras que se realizan en torno a la Iglesia en Montevideo. Intervinieron un grupo de la Parroquia San Alejandro de Pocitos, representantes de oratorios salesianos, jóvenes vinculados a los jesuitas y miembros de la Sociedad San Juan.

El grupo musical Cuatro Vientos animó la tarde y dio paso al rezo del Santo Rosario.

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Ni achicados ni agrandados

El galpón se llenó –y desbordó– poco después de las 17, cuando comenzó la Misa. Presidió la celebración el Cardenal Sturla, acompañado por el Obispo Auxiliar de Montevideo, Mons. Milton Tróccoli, y el Arzobispo emérito, Mons. Nicolás Cotugno. Acompañaron el Vicario  Pastoral, Pbro. Daniel Kerber, y el Vicario de adolescentes, jóvenes y vocaciones, Pbro. Sebastián Pinazzo. Participaron otros 70 diáconos y sacerdotes.

El que había sido escenario se transformó en Iglesia, con una cruz de tela en el fondo y la Virgen de los 33 en el lado derecho. Las imágenes de los santos patronos completaban esa parte del templo, que en lugar de bancos de madera tenía sillas de plástico y las típicas gradas verdes de la Rural. La capacidad –940 personas sentadas– estaba colmada, con cientos de pie, en el suelo o afuera del galpón.

En su homilía, el Arzobispo hizo un repaso histórico de la fiesta y de los patronos, y luego se centró en lo que tenía ante sus ojos: “Tantas presencias nos hablan de la parresía en la Iglesia de Cristo”, dijo, en referencia a la audacia para anunciar a Jesús de modo tan diverso.

Entonces, el Cardenal hizo una invitación a llenarse de confianza. “No queremos ser cristianos achicados, no vale”, dijo, y surgió un aplauso. Alaró que no se trata de ser “agrandados”, sino de buscar el punto medio: “¡Tenemos que ser cristianos contentos!”, pidió.

“Contentos de lo que somos, contentos de que el Señor nos haya elegido. Contentos de pertenecer a la Iglesia católica, que la sabemos pecadora porque nosotros somos pecadores (…). En la Iglesia encontramos lo que no se encuentra en ninguna parte: el perdón de los pecados, la alegría del Evangelio, la certeza de nuestra fe. No estamos buscando qué valores vamos a seguir. Lo sabemos, seguimos a Jesús de Nazareth, el hijo de Dios hecho hombre. Y por eso estamos contentos. Ni achicados ni agrandados, contentos de ser cristianos”, expresó el Cardenal.

El Arzobispo comentó luego que una de las letanías que más le gusta es aquella que recuerda a la Virgen María como “causa de nuestra alegría”: “Porque nos dio lo más grande, nos dio a Jesús, y porque recibió al Espíritu Santo como nadie más lo recibió”. La Virgen, pues, nos debe ayudar a estar “contentos, felices, audaces y anunciar a Jesús”.

Antes de terminar, el Cardenal hizo un llamado a todos los presentes. “No puede haber nadie en esta ciudad que, por culpa nuestra, no conozca la alegría de ser cristiano, la alegría de ser hijo de Dios, la alegría de tener a María, nuestra madre. Que no sea por culpa nuestra que alguien se pierda el consuelo de tener esta madre”, concluyó.

En otro momento de la celebración, el Arzobispo de Montevideo  agradeció la presencia de quienes lo acompañaban en el altar. “¡Qué alegría que esté Nicolás!”, comentó en referencia a Mons. Cotugno, su antecesor. Y luego definió a Mons. Tróccoli como “el mejor regalo que tengo como arzobispo: que Milton sea auxiliar”.

El canto de salida fue “Estrella del Alba”, en honor a la Virgen de los 33.

La tarde continuó con un espectáculo de los parodistas Aristophanes y con una charla de los jóvenes con el Cardenal. Antes de eso, se sorteó el Fondo San Felipe y Santiago, que benefició al Centro de Promoción por la Dignidad Humana.

Galería de fotos de la fiesta, aquí.

En base a nota publicada en: http://www.arquidiocesis.net/contentos-de-ser-cristianos/