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Condecoración Pontificia a Hnas. Dominicas de la Nunciatura por servicio destacado

By 14/08/2015agosto 21st, 2015No Comments

hermanas dominicas condecoradas

El pasado sábado 8 de agosto, tuvo lugar en la Nunciatura Apostólica en el Uruguay una cena de despedida en homenaje a la comunidad de Hermanas Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazaret, con motivo de la culminación de sus 15 años de servicio en esa Representación de la Santa Sede.

La presencia de la Superiora Provincial, Rev. Madre Mercedes de Jesús Román Ochoa, que reside en Ecuador, dio particular brillo al homenaje, con el que el Nuncio Apostólico, Mons. George Panikulam, el Secretario de la Nunciatura,  Rev. Matjaž Roter, junto a toda la familia de la Nunciatura, quiso expresar su gratitud, en nombre de la Santa Sede, por la generosa entrega de estas Hermanas y por su invalorable servicio a la Sede Apostólica y a la Iglesia en el Uruguay. Estuvo presente, asimismo, Mons. Milton Tróccoli, Obispo Auxiliar de Montevideo, junto a algunos sacerdotes e invitados.

El agradecimiento a las 3 religiosas colombianas que parten de regreso a su Provincia, en Ecuador, se hizo signo en la solemne entrega de la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice (Por la Iglesia y el Papa), condecoración que el Santo Padre Francisco se ha dignado conceder a Sor María Gladys Ávila Rocha (Superiora), a Sor Gertrudis Castelblanco Torres y a Sor Ana Leonor Elisabeth González Rodríguez, concediéndoles igualmente la facultad de utilizar esa Cruz como ornamento personal.

Como en todas las despedidas, estuvo presente la alegría de la presencia y la pena por la inminente ausencia, mitigada por una providencial y feliz coincidencia, que llenó de significado esta celebración: precisamente el 8 de agosto la Iglesia celebra a Santo Domingo, el insigne predicador, que es Santo Protector y Patrono de las Hermanas Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazaret.

Las encomendamos al Señor para que, allí donde se encuentren, puedan seguir haciendo el bien, con la sencillez y alegría que las caracterizan, para que el alegre mensaje del Evangelio llegue hasta los más lejanos rincones de la tierra.