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¡Arrancó el Santuario de la Virgen del Verdún!

By 16/08/2013agosto 23rd, 2013No Comments

En la Fiesta de la Asunción de la Virgen María comenzó la obra del nuevo Santuario de la Virgen del Verdún.

Los soldados pertenecientes a la IV División de Ejército, dirigidos por el Tte. Sierra, el Arq. Francisco Collet y el Capataz Adrián Vega, después de encomendarse a la Virgen por invitación del Obispo de Minas, Mons. Jaime Fuentes, pusieron manos a la obra.

Hace unos cuatro meses, el 9 de abril del año en curso, en la Sala Bauzá de la Universidad Católica, Mons. Fuentes y María Auxiliadora Delgado de Vázquez presentaron el proyecto.

El proyecto se realizará en tres etapas de obras: la mejora del entorno del templete actual, la edificación de una iglesia con capacidad para 300 personas en la ladera del cerro (junto a viviendas para sacerdotes y casa del rector), y la construcción de un auditorio al aire libre para 2.500 personas, pensado especialmente para recibir a los peregrinos durante el mes de abril pero también en Semana Santa y el resto del año, ya que contará con equipamiento para desplegar variadas actividades culturales.

Compartimos el post publicado en el blog del Obispo de Minas, Mons. Jaime Fuentes dando la buena noticia  (www.desdelverdun.org)

¡ARRANCÓ EL SANTUARIO DE LA VIRGEN DEL VERDÚN!

Celebramos ayer la fiesta grande de la Asunción de Nuestra Señora en cuerpo y alma al cielo. ¿Qué mejor día para empezar a poner las bases del Santuario de la Virgen del Verdún?

Las 8 de la mañana. Un sol tibiecito intenta disolver la helada de la noche. Hay ganas de trabajar, que es lo más importante.

Los soldados pertenecientes a la IV División de Ejército, dirigidos por el Tte. Sierra, el Arq. Francisco Collet y el Capataz Adrián Vega, después de encomendarse a la Virgen ponen manos a la obra. El obispo les había contado que, hace siglos, tres hombres estaban trabajando en una cantera. Alguien le preguntó a uno de ellos qué hacía…: – Me gano la vida, respondió. – ¿Y tú?, dirigiéndose al segundo: – ¡Estoy sudando! contestó con fastidio. – ¿Y tú?, dijo al otro, radiante: – ¡Estoy construyendo una catedral!

Con este espíritu empezaron ayer las obras de la nueva casa de la Virgen del Verdún.