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«Jesús centro de la vida» : el secreto de Mons. Rodolfo Wirz en sus 50 años de sacerdocio

By 30/12/2018No Comments

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El Obispo emérito de Maldonado, Mons. Rodolfo Wirz, celebró el viernes 21 de diciembre 50 años de su ordenación sacerdotal y 33 como obispo.

Con la presencia del Nuncio Apostólico en Uruguay, Mons. Martin Krebs, de los obispos de todas las diócesis, entre ellos el Cardenal Daniel Sturla, sacerdotes y diáconos de Maldonado, Rocha así como de otras jurisdicciones eclesiásticas, familiares llegados de su Alemania natal, y amigos de todas partes, y la comunidad, Mons. Wirz dio gracias a Dios por su Ministerio con una Eucaristía que presidió en la Catedral de San Fernando.

Al inicio de su homilía el Obispo reiteró una expresión que suele destacar en todas sus prédicas: “Estamos en nuestra casa y ojalá cuando salgamos, algo cambie en nuestra mente y en nuestro corazón”. “Esto que decimos fácilmente es un compromiso para que realmente cuando salgamos seamos capaces también de entusiasmar a otros la alegría de ser cristianos preparándonos a la fiesta de la Navidad del Señor”, subrayó.

Luego recordó las pérdidas que sufrió su familia durante la segunda guerra mundial, donde resultó muerto su padre (el 24 de diciembre) y unas tías y primos el Día de los Inocentes. Pero un tío sacerdote en 1939 pudo escapar a tiempo de la cárcel y llegó a Uruguay, concretamente a la Parroquia de Paso de las Duranas de Montevideo, en Millán y Castro. Los Oblatos de San Francisco de Sales lo acogieron. El sacerdote invitó a Wirz , que era un niño, y a su mamá a venir para Uruguay donde comenzaron una nueva vida y el hoy obispo, con los años, tuvo su despertar vocacional.

Mons. Wirz explicitó su agradecimiento a Dios por el don de la vida, y “porque nos ha donado la posibilidad de vivir este tiempo de tal forma que podamos seguir avanzando, cambiar y madurar haciendo felices a otros”.

Refiriéndose a la celebración de la Navidad que ya era inminente, el Obispo dijo que esta “nunca es una rutina” e invitó a poner a Jesús “en el centro de la vida”. Y advirtió: “En la medida en que nos entusiasmemos con Cristo no tengamos miedo de lo que pueda pasar”. “Ese es el regalo de Navidad por excelencia, Cristo Jesús en el centro de nuestra vida. No necesitamos más”, destacó. Mons. Wirz admitió que si bien decirlo “es fácil necesitamos de toda nuestra vida para ir profundizando esta realidad”.

El Obispo señaló que poner a Cristo en el centro es posible para “cada uno en su propia condición: ayudando a lo más necesitados, manifestando las convicciones, con la oración de cada día, tratando de hacer felices a otros, más allá de que nos feliciten o nos den la espalda». “No debemos olvidarnos de que tenemos un regalo tal que hay que irlo profundizando en el diálogo con Jesús”, dijo. “Siempre estamos a tiempo pero no esperemos demasiado”, admitió.

El Pastor invitó a hacer de cada día Navidad y a que, pese a las limitaciones y fragilidades sea lo central de la vida “el amor de Jesús”. “Miren que la gente lo necesita muchísmo!”, aseguró.

Al culminar su homilía Mons. Wirz recordó la celebración de 9 años como Obispo de Mons. Milton Tróccoli (su sucesor ) el 20 de diciembre. Agradeció la presencia del Nuncio Apostólico, del Cardenal Daniel Sturla y de sus otros hermanos obispos.

“La dejo picando, Jesús es el verdadero regalo de Navidad”, reiteró.

Junto al pan y el vino, en las ofrendas fue presentada una cajita de costura que perteneció a la mamá de Mons. Wirz con fotos familiares y de distintos momentos de su historia vital.

Al finalizar la Misa, hizo uso de la palabra, en primer lugar, Mons. Luis Eduardo González (Obispo Auxiliar de Montevideo), hijo de la Diócesis de Maldonado, quien dio gracias a Dios porque Jesús “siempre llenó la vida de Mons. Rodolfo”.

Luego, Mons. Tróccoli agradeció la presencia de autoridades locales, de familiares de Mons. Wirz llegados de Alemania, del Nuncio Apostólico y de los obispos.

Seguidamente el Nuncio Apostólico en Uruguay dio lectura a una carta que el Papa Francisco le envió a Mons. Wirz en sus 50 años de sacerdocio.

Posteriormente, en nombre de la comunidad, le entregaron al obispo emérito una computadora portátil como obsequio. También hicieron uso de la palabra, dos misioneros laicos de Fidel Donum que acompañaron al Pastor en su celebración dando gracias por el permanente acompañamiento de Mons. Wirz.

Tras la Eucaristía se compartió un ágape fraterno en las instalaciones del Colegio Virgen del Carmen del Santander.